Como organización comprometida con la acogida de quienes necesitan refugio, Ascentria está profundamente preocupada por la reciente decisión de pausar todos los esfuerzos de reasentamiento. La orden ejecutiva incluye una revisión cada 90 días, sin requisitos sobre cuándo debe reanudarse el reasentamiento. Esta medida tendrá profundas consecuencias, no sólo para las personas y familias que buscan seguridad, sino también para nuestra economía local.
Esta pausa socava nuestra responsabilidad de proporcionar refugio y protección a quienes huyen de la guerra, la persecución y la violencia. Los refugiados se enfrentan a menudo a importantes retos, y su reasentamiento representa no sólo una oportunidad de empezar de nuevo, sino de abrazar la esperanza. Frente a las crisis mundiales, esta interrupción del reasentamiento dejará a muchas familias varadas en condiciones inseguras, con un futuro incierto.
Los refugiados que se reasientan en Nueva Inglaterra contribuyen significativamente a la salud económica de nuestras comunidades. Los refugiados aportan diversos conjuntos de habilidades, espíritu emprendedor y una fuerte ética del trabajo, ayudando a llenar vacíos en industrias clave, apoyando a las empresas locales y contribuyendo al crecimiento de una mano de obra robusta. Muchos refugiados abren nuevos negocios, crean puestos de trabajo y aumentan los ingresos fiscales locales, que sirven de apoyo a las escuelas, la sanidad y las infraestructuras. Si detenemos los esfuerzos de reasentamiento, corremos el riesgo de perder estas contribuciones vitales que impulsan la innovación, sostienen las economías locales y refuerzan nuestra mano de obra.
La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER) aporta pruebas de que los refugiados, a pesar de enfrentarse inicialmente a retos como niveles educativos más bajos y barreras lingüísticas, mejoran sus resultados económicos con el tiempo. Tras seis años en el país, los refugiados trabajan más que los trabajadores nativos, contribuyendo positivamente a la economía. Además, según el NBER, los refugiados pagan impuestos que superan los costes de reubicación y las prestaciones sociales durante los primeros 20 años en EEUU, lo que demuestra sus contribuciones económicas a largo plazo.
Ascentria pide a la administración que reconsidere esta decisión, reconociendo el doble beneficio tanto para nuestra economía como para los valores humanitarios que defendemos como nación. Reasentar a los refugiados no es sólo un acto de compasión: es una inversión en nuestra prosperidad, resistencia y responsabilidad moral futuras y una reafirmación del papel de nuestra nación como líder en la promoción de la estabilidad y la paz mundiales.
Ascentria está pidiendo a los dirigentes que reviertan esta decisión, pero necesitamos tu apoyo para mantener nuestro trabajo durante este momento crítico. Tu donación ayuda a Ascentria a proporcionar recursos esenciales y a defender a quienes se encuentran en el limbo, garantizando que estemos preparados para acoger a refugiados en el momento en que se reanude el reasentamiento.
Juntos, podemos reafirmar el compromiso de nuestra nación con la compasión, la justicia y la prosperidad para todos.
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